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Cuando falla el sistema de piñón y cremallera, la trayectoria de conducción del vehículo puede ser anormal. Por ejemplo, el vehículo puede desviarse de la trayectoria de conducción recta incluso si el volante está en posición neutra.
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Aunque el diseño básico de ambos es similar, la relación de dirección del sistema de potencia generalmente está diseñada para ser más baja debido a la adición del sistema de potencia, mientras que el sistema manual tiende a tener una relación de dirección más alta.
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Si la fuga se debe al desgaste de la cremallera o del piñón, la reparación será relativamente difícil. La superficie desgastada de la cremallera puede provocar que el sello no selle de manera eficaz, lo que a su vez provoca fugas de aceite hidráulico.
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Cuando el conductor escucha chirridos anormales o chirridos al girar el volante, esto suele ser un signo de lubricación desgastada o insuficiente del piñón y cremallera. Si estos ruidos persisten y se vuelven más severos, puede significar que la cremallera y el piñón están dañados y necesitan ser reemplazados.
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Normalmente, la vida útil de un piñón y cremallera es de 100.000 a 150.000 millas (alrededor de 160.000 a 240.000 kilómetros). Sin embargo, esto no significa que todos los vehículos puedan alcanzar este kilometraje, y es posible que se produzca desgaste o avería antes o después de este.
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Modelo innovador seleccionado: Citroën 2CV El Citroën 2CV fue el primer automóvil en el mundo en usar un sistema de dirección de cremallera y piñón ampliamente. El automóvil debutó en el Salón del automóvil de París en 1948 y se convirtió en un punto más importante del mercado del automóvil en ese momento.
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En condiciones normales de conducción, la esperanza de vida de un piñón y cremallera es generalmente de 7 a 10 años, o alrededor de 100.000 a 150.000 millas (alrededor de 160.000 a 240.000 kilómetros). Esta esperanza de vida se basa en los desplazamientos diarios, las buenas condiciones de las carreteras, el mantenimiento regular y los hábitos de conducción normales.
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Los sistemas de dirección de piñón y cremallera se remontan a la década de 1930. En 1932, el fabricante de automóviles británico Aston Martin aplicó por primera vez el sistema de piñón y cremallera a sus modelos de carreras. Este diseño funcionó bien en el campo de las carreras en ese momento, especialmente en términos de precisión y sensibilidad de la dirección.
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Si el conjunto no está alineado después de la instalación, es posible que las ruedas no giren con precisión según las instrucciones del volante. Esto puede hacer que el conductor sienta que la dirección no es sensible, que el volante está inclinado o que el vehículo se aleja al conducir en línea recta.
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La mayoría de las pólizas de seguro de automóvil estándar no cubren el desgaste natural o la falla mecánica del piñón y cremallera debido al uso prolongado. Este tipo de daño generalmente se considera responsabilidad del propietario y debe repararse por su cuenta.