Cuando el líquido es insuficiente, el sistema no puede generar suficiente presión, lo que provoca que el volante se vuelva pesado o pierda potencia. Una presión hidráulica insuficiente suele provocar que el conductor ejerza más fuerza al girar el volante, lo que se nota especialmente al conducir a baja velocidad o al aparcar.

La señal más inmediata de que la bomba de dirección asistida está averiada es que el volante se vuelve inusualmente pesado. Debido a que el fluido hidráulico no proporciona suficiente asistencia, el conductor debe aplicar más fuerza al girar el volante.

“¿Es necesario alinear la cremallera de dirección y la barra de dirección después de reemplazarla?” La respuesta es sí, en otras palabras, después de reemplazar estas piezas, se debe recalibrar la relación geométrica entre los neumáticos del vehículo, el sistema de suspensión y el sistema de dirección para garantizar la seguridad, la estabilidad y la experiencia de conducción del vehículo.