Los sistemas de dirección hidráulica requieren un mantenimiento más frecuente, por lo que la tasa de fallos puede ser mayor si se utilizan durante un tiempo prolongado o no reciben el mantenimiento adecuado. Los sistemas de dirección eléctrica utilizan componentes electrónicos, que presentan una tasa de fallos menor, pero son más difíciles y costosos de reparar.

El costo de reparación del sistema de dirección hidráulica es generalmente más alto, especialmente cuando se trata de reparar bombas hidráulicas, cilindros hidráulicos o válvulas de dirección. Debido a que los sistemas hidráulicos dependen de múltiples componentes mecánicos e hidráulicos, el costo de reparación y reemplazo de estos componentes puede aumentar significativamente.

Una de las mayores ventajas de los sistemas de dirección asistida hidráulica es la respuesta de la dirección. Durante la conducción, el sistema hidráulico puede proporcionar más información sobre la sensación de la carretera a través del volante, lo que permite al conductor percibir claramente los cambios en la superficie de la carretera y el estado del vehículo.