• Normalmente, una cremallera reparada puede durar de 3 a 5 años, o incluso más, dependiendo del tipo de vehículo, el entorno de uso y el mantenimiento recibido. Si después de la reparación se detectan problemas evidentes, como rigidez en la dirección, ruidos anormales o fugas de aceite, se deben inspeccionar y reemplazar según sea necesario.

  • El coste de producción de un coche es uno de los factores clave para determinar si se debe utilizar una dirección asistida de cremallera. Para algunos modelos económicos con presupuestos limitados, usar un sistema de dirección mecánica tradicional puede reducir considerablemente los costes de fabricación.

  • Década de 1970: La dirección asistida se convierte en estándar en los automóviles. En la década de 1970, las cremalleras de dirección asistida pasaron gradualmente de ser una configuración opcional a ser una configuración estándar en la mayoría de los automóviles del mercado estadounidense. En particular, a medida que el tamaño y el peso de los automóviles aumentaron, los sistemas de dirección manual se volvieron cada vez más imprácticos.

  • Las fugas de aceite son uno de los problemas más comunes en la cremallera de dirección del Ford Fiesta, especialmente en sistemas de dirección antiguos o dañados. Las fugas de aceite suelen ocurrir en sistemas de dirección asistida hidráulica. Aunque la mayoría de los Ford Fiesta modernos utilizan sistemas de dirección asistida eléctrica (EPAS), algunos modelos más antiguos aún utilizan sistemas hidráulicos.

  • Una vez que se produce una fuga, la presión hidráulica del sistema disminuye, lo que provoca un debilitamiento de la asistencia hidráulica o una falla total. En este caso, el conductor debe ejercer mayor fuerza para girar el volante, lo que dificulta enormemente el estacionamiento y los giros a baja velocidad.

  • Si los engranajes de la cremallera de dirección están desgastados o flojos, puede producirse un golpeteo anormal al girar el volante. Además, la lubricación insuficiente del mecanismo de dirección también puede causar esta situación.

  • Si el motor de la cremallera de dirección eléctrica falla, generalmente es reparable. Problemas comunes con los motores, como desgaste de las escobillas, rotura de bobinas o mal contacto eléctrico, suelen solucionarse reemplazando ciertas piezas del motor.

  • El peso de la cremallera de la dirección asistida varía según el modelo y el diseño. Generalmente, su peso oscila entre 10 y 30 kg. La cremallera de la dirección asistida hidráulica suele ser más pesada que la de la dirección asistida eléctrica. Esto se debe a que el sistema de dirección asistida hidráulica incluye componentes como bombas hidráulicas, tanques de combustible, tuberías y válvulas de control.

  • En general, el impacto de una falla en la dirección asistida eléctrica en la capacidad de control del vehículo tras la pérdida de la asistencia es más directo y grave, y suele ser más peligroso. Por lo tanto, los propietarios de vehículos deben prestar mucha atención al mantenimiento y la inspección de la dirección asistida eléctrica.

  • Para los principiantes, uno de los mayores desafíos es la falta de experiencia práctica en el manejo. Reemplazar la cremallera y el piñón de la dirección asistida es una tarea delicada, y cualquier error operativo puede provocar un funcionamiento anormal de todo el sistema.

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